Tiempo de Victoria.

Siempre que Dios me ordena hablar de batalla y de guerra, no puedo evitar darme cuenta del escuadron llamado «Pueblo de Dios»; alli estan, sedientos de Victorias, pero sin armas de guerra. Sus cuerpos lucen desnudos, desprotegidos, nadie les ha dicho que tienen un traje blindado que pueden usar para pelear y vencer. Han estado por años esperando a un Lider que lo salve, que les muestre el camino a la Victoria que los tome de la mano y con poderes magicos destruya todos los obstaculos. Si, el escuadron «Pueblo de Dios» se ha confundido. Piensa que «algun otro» debe pelear la batalla, que «otros» estaran con el armamento necesario para el combate. Estan esperando a alguien que los liberte, sin imaginarse que bien pueden ser ellos mismos los que tomen entre sus manos esta faena.

Me recuerdo de una historia:

Los soldados aguardan formados, en un respetuoso silencio. Viven los mediados de la década del sesenta. Los Estados Unidos de Norteamérica toman una decisión geopolítica de importancia. Reemplazan militar y políticamente a la decadente presencia del imperio colonial francés en Vietnam. Entre ellos hay padres de familia con sueños propios, con metas a largo plazo. También están los más jóvenes. Algunos con novias, a punto de casarse. Otros con grandes proyectos de estudios. Y los que no tienen a nadie, excepto este grupo de camaradas que van a la guerra. Quizá, algún día soñaron con formar parte de este ejército, a lo mejor, porque no pertenecían a ningún otro lugar. Pero se les nota, muy en el fondo de la mirada, que aún son demasiado niños, aunque vistan un impecable uniforme militar.

Como sea, todos tienen muchas cosas en común: Sueños de libertad. Deseo de pertenecer. Sed de una buena batalla, aunque suene desconocida y esté demasiado cerca. No son guerreros de alma, son apenas una rara mezcla de hombres jóvenes, que no conocían la guerra, y unos pocos mayores con cicatrices y galardones de combate. Pero en definitiva, son hombres. Y aguardan, formados en el imponente hangar aéreo, alguna motivación que les de un empujón hacia la batalla.

Ahora el teniente coronel Hal Moore tiene que dar un discurso a sus soldados y sus familias en la víspera de su entrada en combate. El siguiente domingo, el teniente coronel Hal Moore y sus jóvenes soldados tomarán tierra en la Zona de Aterrizaje X-Ray, en el valle Ia Drang, una región de Vietnam conocida como el Valle de la Muerte. Por eso el Coronel sabe que no será una tarea sencilla.

Moore observa a su tropa detenidamente. Y luego, lanza el desafío, y las únicas dos promesas que les podrá hacer. «-Esta no será una batalla fácil, acaso ninguna lo sea. Pero sólo puedo prometerle dos cosas. La primera: Seré el primero en avanzar y el último en retirarme del campo de batalla. Y la segunda, les doy mi palabra de honor, que todos, vivos o muertos, regresarán a casa.»

La lealtad de un ejército no se consigue peleando como una suerte de reconcentrado estratega que no se mueve de su bunker subterráneo y que como un lúcido e inescrupuloso jugador de ajedrez experimenta con sus hombres el poder real su enemigo. La lealtad, caballeros, se logra “siendo el primero en avanzar y el último en retirarse del campo de batalla”. Quizá por eso, me fascina esta historia. Por sus consignas. Porque un ejército cuyo Comandante no los abandonará y los traerá de vuelta, es un batallón que traerá victorias a la bandera. Inclusive, más allá de los resultados. Porque las verdaderas batallas, no se miden por las tierras conquistadas, o las bajas enemigas. Sino por el valor de sus hombres.

A través de estos años, la vida me ha topado con muchos líderes del Reino. Gente con sueños de multitudes, sedientos de victorias, con hambre de pelear contra una religión organizada que tanto daño le ha hecho a la creatividad Divina. Todos, sin excepción, con intenciones loables.
Pero he visto a muy pocos, con el código de honor del Coronel Moore, «Seré el primero en avanzar y el último en retirarme del campo de batalla.» los jóvenes sólo esperan a Coroneles que NO los envíen a la guerra con un simple plano de donde deben desembarcar. Están hartos de aquellos líderes que les dicen cómo pelear las mil batallas de la vida, desde el mullido sillón de una oficina. No los alentará oír otro sermón de cómo ganar. No los atraerá que sólo se les enseñe a pelear y plantar bandera. Ellos necesitan un nuevo discurso. Alguien que les ofrezca el mismo código de honor del coronel Moore, pero son contados, aquellos que se animan a correr el riesgo de colocar el primer pié en territorio enemigo, con todo el precio de la crítica que eso conlleva. Orillando en la delgada línea de ser pionero y casi un mártir, por atreverse a caminar una milla extra…y es que no se comanda una tropa desde el inerte escritorio de una oficina, o dibujando cronogramas en un pizarron!

Historia escrita por el Pastor Dante Gebel

Nueva Generacion para Dios NO sabe acerca de mis desvelos y horas de trabajo inauditas….no sabe de los gastos impresionantes de recursos para seguir expandiendo la Palabra de Jesucristo …no conocen el sudor, las lagrimas, y la presion por Salvar una sola alma mas…pero SI saben algo: «Seré el primero en avanzar y el último en retirarme del campo de batalla SIEMPRE. Nunca me rendire, yo sobrevivire, el mal no podra detenerme el mal no podra resistir este último golpe!» porque?? pues lo aprendi de mi Comandante, a quien le sirvo, esta consigna de guerra NO me pertenece, se la copie a Él, a mi Comandante en batalla: Jehova de los Ejercitos; Él me enseño esta consigna y me demostro que no es un Comandante que de ordenes tras el escenario de batalla….sino que SIEMPRE sera «el primero en avanzar y el último en retirarse del campo de batalla.»

la vida es un campo de batalla….la vida es una real y tremenda batalla, negar eso seria una tontería. El problema es que no todos pelean esa batalla! Muchos solo están atrincherados, escondidos de todo, huyendo de la batalla, han optado por vivir temerosos, escondidos, esperando que “algo pase” que aleje las batallas de su alrededor…pero mientras esperan, afuera se escuchan cañones, metralletas, y el filo cortante de espadas…fuimos creados para vencer, pero como vencer sin pelear?? NO HAY VICTORIA SIN GUERRA.

La vida no es apta para pasivos, mediocres y miedosos….la única forma de ser Bendecido en esta tierra es peleando por esa Bendición! Jesús tiene un Nombre sobre todo nombre porque PELEO ese puesto y venció! Quieres vencer? PELEA! Dios no solo tuvo un sueño sino Peleo por el! no solamente deseo a un ser humano libre, Bendecido, feliz, Prospero y con una relacion intima al extremo con Él sino que Peleo hasta la sangre para conseguirlo!! En otras palabras nos enseño como se logran los sueños: PELEANDO ya que soñar algo lo hacen todos, lograr eso que se sueña muy pocos, la diferencia: PELEAR.

Vuelve a obserbar al escuadron del Dios Viviente «Pueblo de Dios», me pregunto quien los engaño? quien les dijo que habia que huir de la lucha? quien les dijo que habian batalas que podiamos llegar a perder? quien les oculto que ya son Vencedores? Quien les escondio las armas de batalla? si, se que tu lo sabes tambien, el asqueroso diablo.

No importa si eres catolico, evangelico, mormon, bautista o testigo de Jehova…la salvacion NO depende de eso, TU salvacion esta en ser Hijo de Dios, en otras palabras depende de tu nivel de Intimidad con El. En tu nivel de guerrero espiritual. Un Hijo conoce al Padre. Un Hijo pasa mucho tiempo con el Padre y se hace UNO con el Padre. Ayuno, Biblia, Adoracion, Vigilia, Oracion e Intersecion, esas son las armas de los Hijos de Dios y NO existe un Hijo de Dios «desarmado». Solo un Hijo de Dios «armado» es capaz de provocar y disfrutar Milagros

Ahora si, estas armado, mira a tu alrededor, somos millones de soldados. Nuestro General da la orden de atacar. Empuña fuertemete tus armas, ve a los ojos del enemigo. Esa masturbacion, esa pagina pornografica, esa mentira blanca, ese negocio oculto, ese fraude, esa fornicacion, ese puro de marihuana…el enemigo ha usado su arsenal, pero esta vez es distinto. Tu General viene contigo. Ha jurado «Ser el primero en avanzar y el último en retirarse del campo de batalla». LA VICTORIA ESTA EN NUESTRAS MANOS.

«Mas Jehová está conmigo como Poderoso GIGANTE; por tanto los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada.» (Jeremias 20:11)

PELEA!!!!

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12 comentarios sobre “Tiempo de Victoria.

  1. Palabra poderosa..siempre a salido de tu corazon dirigida por el Espiritu de Dios, que se palpa en este blog…con las palabras exactas para cada uno de nosotros..animandonos en esta guerra espiritual..la dosis exacta que necesitamos desde que te conoci has bendecido mi vida…Dios te bendiga @GeneracionPDios…atte @Giss_h DTBM y enormemente…

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  2. La vida no es apta para pasivos, mediocres y miedosos….la única forma de ser Bendecido en esta tierra es peleando por esa Bendición! /// Me identifico al 100% con esta frase!! 😀 Bendiciones!!

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    1. Amen al 100% Heidi! Y esa frase es de dos vias:
      Por una parte te identificas porque seguramente has tenido que ser vaiente, activa y una total mujer de Fe en tu vida diaria…
      Pero por otra parte, esa accion tambien te garantiza que asi mismo provocaras la Bendicion total en ti que Jesús pago por ti en la cruz del calvario!

      ANIMO!

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  3. No cabe duda, tu si has sido constante y por eso Dios t ha bendecido dandote las palabras que necesitamos, no sabes lo bien que me siento cuando leo tus publicacones, son como si Dios hablara po medio de ti para darme una palabra de aliente y un consejo siempre sabio, me gustaria tener contacto con una persona como usted… espero se pueda y muchas gracias por ser una herramienta de Dios y que sirva para darle gloria a Él Vencedor 🙂

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