El entierro de mi bestia llamada «porno».

Recuerdo mi primera vez. Fue como una descarga de adrenalina que recorrió mis sentidos, me convirtió en un adicto, un pornógrafo consumado. Es increíble lo que un encuentro con una revista erótica puede hacer con tu cerebro…

Leer más El entierro de mi bestia llamada «porno».